lunes, enero 12, 2009
quién eres cuando se apaga la luz?
Se ha ido la luz 5 veces.
Nadie se levanta a encender los plomos.
Todo queda a oscuras.
Es entonces cuando comienzan las preguntas, los interrogatorios, las reflexiones...a mi misma. La añoranza...de ti.
Luego alguien la enciende, y como si se acabase el tiempo de echar la vista atrás toda mi vida vuelve a su rumbo, parpadeando, a destelladas intermitentes. Interrumpiéndose por unos y por otros.
Se acaba entonces el tiempo de introspección,de locura instantánea.
Y vuelvo a abrir los ojos. Siento temor, estaré en el mismo lugar? sentiré lo mismo?...soy yo de nuevo?Quizá tengo miedo de nada, quizá la chica que vive con la luz encendida no sea yo.Acaso nunca fui yo?
Y si... la verdadera, el yo propio, lo que soy y lo que ves,es lo que hay cuando los plomos olvidan su labor?
Quizá lo unico verdadero en mi sea esa locura instantánea, los interrogatorios impertinentes, el miedo amenazador, y la añoranza.
No. No puede ser.
Siento miedo,me cuestiono,enloquezco y te añoro también a la luz del sol, de una vela, de un faro o de un flexo.
Siempre imaginé que cuando se apagaba la luz, y caía la noche, me convertiría en una superheroína. Qué engaño!
Cuando se apaga la luz solo puedo ser una amante. Una niña con miedo de las chinches. Una soñadora. El coco. O alquien que se pregunta por qué no puede ser una superheroína.
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarWhat do you see when you turn out the light?
ResponderEliminarI can't tell you, but I know it's mine
I get by with a little help from my friends
I get high with a little help from my friends
I'm gonna try with a little help from my friends
Do you need anybody? I need somebody to love
Could it be anybody? I want somebody to love
genial la foto.
ResponderEliminary la pregunta.
¿quien eres cuando se apaga la luz?
si..
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ResponderEliminarYo encendí la luz, no la apagué, y hallábame
ResponderEliminarencerrado en mi cueva de cristal. me situé. Horrorizado por todo lo que ví, los amores que rocé, las palabras que susurré, y aquellos gritos que contuve rsonaron silenciosos en mi cueva de cristal. Y pasaron noches sin dormir, soñando a Hipócrates practicar, restando a Morfeo lo que por divino derecho le correspondía. Mi sueño entregado a los placeres del redactar, el oficio de escribientes y juntores de palabras. Arrepentimiento, miedo e incertidumbre, sólo dos, tres semanas más. Un esfuerzo, un poco más. Y al final del todo, el Amanecer.
al final del todo siempre está el amanecer
ResponderEliminar:P