sábado, septiembre 05, 2009

Pasa el tiempo y no me doy cuenta. O no quiero darme cuenta.
La vida se convierte en eso, en una marañde minutos que se entretejen dando cabida a sueños e ilusiones y entre ellos y no muy disntes también a frascasos y pérdidas. Intentando avanzar y salir del bucle del inexorable tiempo lo percibo, me hago sensible a ello, la realidad se me consume como el fuego sobre la piel.
La realidad verdadera al fin y al cabo, esa que me muestra que no puedo escapar del entretejido tiempo, que no soy yo quien domina los segundos, que son ellos, con sus espirales y tortuosas rampas los que me llevan por la vida y me conducen hasta el final delcamino.
Final del camino en el que al menos, y si eso sirve de consuelo, el tiempo dejará de dominar mi vida. Aunque ya no sea mía.

1 comentario: