jueves, noviembre 26, 2009

Se apartan las olas dejando paso a aún más bravura. Se cree ese bendito hombre de la camisa a cuadros que domina siquiera un ápice de la maravilla pero no tiene ni idea. No sabe que es Dios el que con sus arrebatos domina el rompeolas y que con su gracia diseña los toros.
Y no somos nosotros, un poco de nuestro ser, como aquel hombre? tratando de dominar lo indomable, tratando de diseñar el futuro, tratando de parar el rompeolas que al final cerrará nuestra vida.

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